Vuelta a la isla de San Andrés

Justo cuando llegas a un paraje mágico una de las cosas que más deseas es reconocerlo todo, que ningún detalle del paraíso se escape a tus sentidos. Aunque claro, eso no siempre sucede, por razones de tiempo, espacio y desplazamiento algún secreto de aquel idílico lugar puede quedar velado a tus ojos. Pero si estás en nuestra isla, no tendrás por qué preocuparte por esas minucias, puedes tener total certeza de que descubrirás cada uno de sus tesoros.

Una vuelta a la isla de San Andrés tiene pinta de actividad obligada, las excusas para no hacer parte de esta aventura se quedan sin respaldo cuando observas el tamaño de este pedacito del cielo en la tierra: un poquito más de 30 kilómetros, rodeados estos por una muy buena carretera que permite, en un breve espacio de tiempo, conocer cada bello rincón de la ínsula.

Y por el transporte ni te preocupes, a la isla solo le falta un tour por el aire, un tour en ultraliviano para quedar completa, de resto, las alternativas de desplazamiento son bien variadas. Los vehículos para rentar son tan usuales como los autos y las motos; ecológicos y saludables como las bicicletas, y pintorescos y alegres como los carritos de golf, las “mulitas” (mules), la chiva parrandera y el tren turístico. Tomando estos vehículos puedes dar toda la vuelta a la isla, iniciando desde la punta norte, para conocer destacados puntos de interés isleños como lo son la Cueva de Morgan, el sector de San Luis, Cocoplum Bay, Hoyo Soplador, La Piscinita, West View y El Cove.

Ah bueno, no podríamos olvidarnos del transporte marítimo, porque eso sí, la vuelta a la isla de san Andrés no sería vuelta si no pudiéramos rodearla en lancha para acercarnos a sus hermosas playas, caretear en algunas paradas, pescar en otras, y visitar preciosos cayos como Johnny Cay, Bolívar, Santander, El Acuario y Haynes Cay.

Con este amplio abanico de posibilidades te preguntarás entonces cuál vehículo elegir. Pues bien, eso depende en buena medida de lo que andes buscando. Si vas solo y quieres absoluta libertad, te recomendamos una bicicleta, un carrito de golf o una motocicleta; en plan familiar se hace imprescindible un automóvil; si deseas algo más recreativo e interpretativo, siempre que cuentas con guías que te explican al dedillo cada detalle e historia de los puntos de interés, puedes conseguirlo con el tren turístico o en las lanchas que llevan nutridos grupos de turistas cerca de las playas y los cayos.

Eso sí, cada elección cuenta con sus características, un vehículo para ti solo o tu familia te otorga la autonomía para detenerte en puntos de tu preferencia, tomarte tu tiempo y decidir qué ver o qué no ver. En contraste, los tours que puedes contratar tienen un itinerario definido, casi que irreductible. Este detalle los hace especiales para quienes desean dejarse llevar por la isla de la mano de verdaderos profesionales que conocen cada maravilla natural y cada faceta de la historia y la cultura local.