Deslizarse en una tabla sobre las olas, rindiendo honor a los viejos habitantes de la Polinesia y los milenarios aborígenes que habitaron la costa norte sudamericana del océano Pacífico, es una forma extrema de descargar adrenalina en un deporte náutico con el que todos sueñan. Ahora agrégale al surf un marco fantástico como el sanandresano.
Pero tal vez habrás oído de que en San Andrés no se puede practicar surf por su barrera de coral, verdad a medias. Vamos a ser objetivos. Para surfear se necesitan unas condiciones específicas, a saber, buena indumentaria; buenas olas, veloces, altas y con un largo “tubo” (estándar que varía mucho según variables como el fondo marino donde rompen las olas y la medición subjetiva de los lugareños) y, como no, muchas ganas de aventura.
Parece entonces que nuestras islas reúnen estas características necesarias. Por qué entonces no surfear en este bello paraíso. Vamos, sabemos que quieres el paquete de vacaciones completo, pues por eso te contamos los lugares y las temporadas para que luego puedas responder con una amplia sonrisa: sí, en San Andrés sí se puede surfear.
En la isla se puede contar con variados lugares para esta práctica, de entre estos destacamos los siguientes: Playa Paraíso, situada al sur, a cinco minutos en “carrito de golf” desde el centro, es ideal para principiantes, garantiza el aprendizaje de los neófitos en el oficio por cuanto el mar al romper con los bancos de arena genera olas que no son peligrosas; Punta Sur, tal como su nombre lo indica también se sitúa al sur de la isla y ofrece las mejores posibilidades para el surf. Este último spot, es el ideal para deslizarse sobre olas de más de 100 metros, siempre y cuando las condiciones sean las ideales. Ah, y no hay que olvidar muchas otras rompientes sobre la barrera de coral (muchos consideran que la olas que rompen sobre fondos coralinos son de las mejores para el surf), pregunta a los amables isleños, ellos mejor que nadie conocen estos spots de surf. Recuerda esto último: de noviembre a febrero se presentan las mejores olas. Solo te resta acondicionar tu espíritu para encontrarte con la vastedad del mar, su increíble belleza y el juego de sus vaivenes. Te espera una experiencia inolvidable.
En contraste, la extraordinaria Providencia presume de un catálogo de playas como ninguno. Sus mini playas son todo un monumento a la paz y la tranquilidad, apenas para aquellos que buscan algo totalmente diferente. De entre estas se destacan South West Bay, Playa Manzanillo, Almond bay, Bahía Maracaibo y Fresh Water Bay. Y bueno, el insigne Cayo Cangrejo, como sus semejantes de San Andrés, la saca del estadio.
¿Pero y el mar en ambas islas? Pues bien, aquí el mar no puede desentonar. El mar es una dama extraordinariamente bella, y por tanto, caprichosa y vanidosa: no se decide por la tonalidad que ha de llevar su prenda, a veces se levanta con el sol humedeciendo sus líneas para despertar con un tono rojizo que luego se vuelve de un místico azul, otras veces, en extraña y sugestiva colocación de matices, vetea su cuerpo vasto: a un lado el azul, al otro el verde.