De nada sirve tener al alcance el mejor mar de todos, la arena más fina o la música más alegre si no se cuenta con el agrado de un excelente clima. Pero no hay por qué correr prisas: el clima en San Andrés es un verdadero regalo natural que durante gran parte del año permite gozar de esta fantasía caribeña.
Los miles de visitantes que se acercan a la isla pueden dar fe de ello: San Andrés tiene un clima envidiable. Con una temperatura que promedia los 25 y 29 grados durante gran parte del año, la isla goza de una atmósfera muy propicia para disfrutar del mar y la playa. En los meses que van de abril a octubre se presentan las temperaturas más elevadas. Y si de pronto el sol se pone un poco “picante”, La brisa que descarga sus frescas ráfagas desde el este, transforma el día en toda una delicia de verano.
El clima de San Andrés, por ser tropical, es sencillo, solo dos estaciones predominan durante los 365 días del año: verano e invierno. Hay una estación seca y otra lluviosa; la seca puede mantenerse durante cinco meses, en tanto el resto del año, los días pueden ser lluviosos; ésta época de relativa lluvia va del mes de mayo a noviembre con un nivel de pluviosidad que oscila entre 121 y 307 mm/mes.
Otras variables meteorológicas a tener en cuenta, en el clima de San Andrés, recaen por cuenta de la humedad y los vientos. Los meses de junio y octubre son aquellos que presentan mayores índices de humedad (82-84%), en tanto enero y abril ofrecen números más bajos (78%-80%). Los vientos que mecen los cocoteros y acarician las olas están subordinados a las variables del sistema de alta presión de las Azores, la Zona de Convergencia Intertropical y algunos frentes fríos del Caribe. Las velocidades que adquieren dichos vientos depende de los meses, siendo diciembre y marzo donde alcanzan mayores impulsos (6.3 y 7.0 m/seg).
San Andrés no es precisamente un lugar que se vea azotado por tormentas tropicales con regularidad. No obstante, los visitantes deben acatar las recomendaciones de las autoridades locales a la hora de entrar en el mar. Fuera de esto no hay nada más de qué preocuparse, solo queda disfrutar de la maravillosa experiencia bajo el auspicio del buen clima que impera en la isla.