Playa Sur Oeste – San Andres

Ahora que has llegado al Paraíso va siendo hora de reconocer las playas más importantes y hermosas de Providencia, nada mal que empezar con la célebre South West Bay, la playa más extensa e importante de la isla

Quien sale en su búsqueda se encuentra con un santuario de paz. Y es que una de las primeras imágenes que tendrás de este lugar será más que suficiente para reafirmar esta condición: un puñado de casas de madera se esconde tras un reino de palmeras que delimita una playa de arenas pintadas por el sol, y un mar colorido que parece un espejo por su tranquilidad, sirve como fondeadero para pequeños botes artesanales.

Apenas si observarás a alguna persona caminando en la playa.

De punta a punta la playa te ofrece un gran panorama. Por el norte de South West Bay se extiende, muy pegada a la larga costa, la vegetación característica de Providencia, especial para que te des una caminata entre el mar y la arena mientras gozas de la música que orquesta la brisa cuando acaricia las hojas de los altos cocoteros. Por el sur, casi que sobre el mar, encontrarás muy buenos restaurantes especializados en la sabrosa comida isleña y dos hoteles sencillos pero hermosos (Miss Mary y Hotel Sirius).

Disfrutando de las delicadas aguas y de la impresionante vista, de seguro querrás quedarte un poco más. Mejor si te instalas en uno de los dos hoteles, y por la comida ni te preocupes, en los restaurantes vecinos probarás la mejor sazón de Providencia, la mejor comida del mar dispuesta a satisfacer los caprichos de los vientres más exigentes. Y es que en este punto no hay dieta que valga, los pequeños restaurantes tientan el paladar a un gran banquete con sus generosos, económicos y variados platos.

Dicho lo anterior, no queda más que entregarse a un merecido descanso, disfruta de la espléndida South West Bay, come a placer de lo más fresco del océano, y mientras ello, relájate con el baile del mar que corteja la dorada playa. Y ahora, deleitado el paladar con la excelente comida, la vista y el oído con el paisaje, y la piel con las deliciosas caricias del sol caribeño, preparémonos para una carrera de caballos. Sí, eso mismo, una carrera de caballos sin hipódromo o experimentados jockeys. Vámonos a la costa y echemos un vistazo a una competencia realmente especial.

¡Vaya, eso estuvo loco! Pero si no te ha satisfecho el día con su visión y actividades, y si así fueras de exigente, cuando se esconde el sol y asoma la cara de la luna, otra ronda de fascinantes actividades imperdibles se divisa en la bahía: goza de un exquisito coctel, con fogata incluida y extasíate con la Vía Láctea que resplandece como nunca la has visto.